domingo, 23 de diciembre de 2007

Biografía de una Santa Rita

Una de las cosas que me gustan del bonsái es el poder recuperar plantas en todo el sentido de la palabra, por esa razón llevo mi pala, un serrucho y la tijera de podar en el auto todo el tiempo. Esto hace posible aprovechar toda oportunidad de recuperación urbana. Ya me ha pasado varias veces de encontrar algunos especímenes interesantes en contenedores durante la limpieza de algún jardín vetusto, este es el caso de esta Santa Rita. Cuando la encontré corté un poco los troncos y recorté las raíces grandes , no tenia pilosas, como se ve en la foto Nro. 1.

La planté en un contenedor negro de plástico en arena solamente, donde las raíces crecerían libremente , lo dejé así un año sin podar para que el árbol se afianzara, entre tanto, se realizaba el congreso de FENABRA en La Plata, donde me invitaron para realizar una demo así que la hice con la santa Rita recuperada. En las fotos 2 y 3 se ve la transformación, éste congreso fue en el 2003.La foto 4 muestra la misma planta en el invierno del 2007, nótese la ramificación que la planta logró en unos pocos años.Si no hubiera recuperado este ejemplar seguramente ya no existiría, a eso me refería al comienzo de éste artículo con "recuperar" en todo el sentido de la palabra.


Damián Carlini

domingo, 11 de noviembre de 2007

Primer modelado de un procumbens mini

Este es el primer trabajo sobre un Junípero Procumbens de vivero, en envase de 5L.
Como primer paso cortamos parte del envase, y con una garra de oso bajamos el nivel de tierra, eliminando las primeras raíces que aparecen.
Luego cepillamos la corteza (cepillo de dientes viejo), y observamos la distintas lineas del árbol. Yo llamo linea, a la linea imaginaria que uno traza desde la base del tronco (Nebari), hasta el ápice. Elijo la que mejor movimiento tenga y aporte algo de conicidad al árbol. También es muy importante definir la altura del árbol y la embergadura de la copa, así como su estilo. La altura se elige en guardando cierta proporción con el grosor del tronco. La forma de la copa debe acompañar la linea de tronco. Hago un trabajo inicial de los jin, ya que por lo general el paso del tiempo le otorgará el carácter que nosotros no podemos darle.Para trabajar la madera utilizo gubias (las curvas son muy practicas) y pinzas de Jin.El jin del arriba salia muy de frente, y como se dice, "pinchaba el ojo", por lo que lo alambre y giré. Con esto también acompaño el movimiento del shari que comencé.
Los shari por lo general los comienzo finos, solo marcando la linea que quiero darle, y con el tiempo los ensancho. Con este shari logro darle un poco mas de movimiento visual al tronco. En juníperos, por lo general, la vena viva termina siendo mas fina que las zonas muertas. También alambré el inicio de la rama viva para bajarla, ya que los procumbens reaccionan mas rápido con el follaje cuando la rama sufre una torsión.
Por ultimo 2 diseños digitales para el futuro y un foto montaje de la maceta (me quedó un poco grande).Los pasos futuros son: transplante en unos 15 días aprox, regarlo y atomizarlo con agua muchas veces por día, para evitar la deshidratación de sus ramas.
Cuando reaccione, el año que viene, un modelado fino (ya que si alambraba fino en este momento, se pierden seguro algunas ramas). El color amarillento es por que son ramas que estaban dentro del gran follaje que tenia y el sol no llegaba.
Sigan el nacimiento de este prebonsai, el cual será en unos años, un nueva joyita en mi colección.
Javier Maure

sábado, 3 de noviembre de 2007

Un ficus en desgracia.

Había una vez un ficus elástica, también llamado gomero, que vivía solitario en un cantero, hasta que un día decidieron remodelar la casa y lo sacaron. Entonces quedó tan solo que me llamó y me esperó. El dato me lo dio un amigo, y me dijo que el dueño de la farmacia que esta en la esquina lo estaba cuidando para mí, así es que lo pasé a buscar. Por supuesto no voy a dejar a un amigo en desgracia, así es que lo recogí y ésta mañana nació como un bonsái.
Até las raíces aéreas con rafia, para poder acercarlas mas al tronco y cupiera en la maceta.
Todo lo demás fue poda con esperanza......




y colorin colorado.......

Damian Carlini

domingo, 9 de septiembre de 2007

INJERTO

El injerto es una manera de solucionar problemas de falta de ramas. En algunos casos, como las coníferas descuidadas por años, que tienen la ramificación con aciculas el los extremos de las ramas, es el método mas rápido para acercar el verde al tronco.
Ese, específicamente, es el caso que veremos hoy.

Aprovecharemos las ramas mas largas para poder doblarlas de tal manera que podamos realizar injertos de aproximación en las bases de las ramas previamente seleccionadas.

Con este fin buscaremos las puntas mas vigorosas, pelaremos las aciculas y sacaremos un poco de corteza de un lado.

luego sacaremos corteza de la parte baja de la rama.

las unimos....

y envolvemos con film, bien fuerte, para que al crecer la rama se hinche y se concrete el injerto de aproximación.

En el futuro, cuando veamos que las nuevas ramas están creciendo, cortaremos y empezaremos a cultivar un bello bonsái, con el verde bien cerca del tronco.
Damian Carlini

domingo, 5 de agosto de 2007

Un Buxus Yamadori

Hace unos meses, camino a un cliente, vi en un hospital, en el jardín lateral, dos buxus, uno totalmente seco y el otro en muy malas condiciones a causa del descuido, el maltrato y la falta de interés. A pesar de todo, pensé, valía la pena tratar de recuperarlo y hacer con el un bonsái. Se me paso un poco el tiempo, siempre a las corridas, pero lo veía cada vez que pasaba. Hace 15 días finalmente me decidí a tratar de conseguir el árbol, entre y hable con la intendenta del hospital, explicándole para que era y que, de no sacarlo, seguramente moriría como el otro. Para mi sorpresa y alegría, al lunes siguiente (esto fue un viernes) me dijeron que si. Finalmente, hoy por la mañana fui a encarar la tarea.
Hago la salvedad de que, a pesar de vivir en Córdoba, no soy gran cultor de las salidas a las sierras para recolectar plantas, sobre todo por vago, pero en mi descargo, me dedico todo lo que puedo a lo que yo llamo el yamadori urbano o de jardín. Para esto, siempre que paso por una casa en la que hay alguna planta que me gusta, hablo con los dueños y les propongo sacarla si ellos quieren sin costo, solo por la planta. Muchas veces te miran con curiosidad, preguntándose que clase de loco tienen enfrente. Otras, con cara de estar buscando la trampa, pero en otras ocasiones, te dicen que si. De este modo conseguí varias plantas que algún día espero sean muy buenos bonsái, pues se trata de material excelente. Un breve comentario acerca del yamadori. Para quienes amamos el bonsái, el yamadori es el summum, pues son plantas que han vivido expuestas a todas las inclemencias del tiempo, con lo que adquieren un carácter inigualable. Claro que siempre que hablemos de plantas viejas. Creo personalmente que no tiene sentido salir de yamadori y recolectar un plantín que comprás en cualquier vivero por 5 pesos. Ese déjenlo crecer y algún día, otro bonsaísta, dentro de muchos años, tendrá la posibilidad de recolectar una excelente planta.
Hago también la salvedad de que soy un fotógrafo lamentable, por lo que la calidad de las fotos que les mostrare no es nada del otro viernes, pero se trata de compartirles la experiencia.

La planta en el suelo todavía, ya marcado el círculo para cavar. Siempre lo hago más grande de lo necesario pues de esta manera puedo ir viendo las características del cepellón y evitar daños innecesarios.

Aquí ya le estoy entrando a cavar, siempre con cuidado y mirando bien lo que haces, para no lastimar la planta más allá de lo estrictamente necesario para la recolección.

Esta foto nos muestra la primer vista del estado de las raíces, ya expuestas una parte de ellas, con esto vamos teniendo una idea de donde esta el nebari, de la cantidad de raíces, lo que nos permitirá ir achicando el pan de tierra.

Esta otra foto es una aproximación del cepellón....

Mientras que esta muestra el momento en que empiezo a cavar por debajo, ya comprobado que la planta tiene de ese punto para arriba suficiente cantidad de raíces como para vivir sin problemas.
La planta fuera de la tierra, con todo el pan y las raíces expuestas.

Un detalle del estado de la parte inferior de las raíces. Lamentablemente, toda una parte de la planta estaba muerta y ya había comenzado el proceso de putrefacción, tanto que en el manipuleo se rompieron un par de ramas con las que tenia planeado hacer un trabajo de madera muerta, otras dos las saque al comprobar que estaban flojas, de modo de poder limpiar la base para que la putrefacción no afecte al resto de la planta. Con esto perdí la posibilidad de un gran trabajo de madera, pero gane la posibilidad de que la planta sobreviva en mejores condiciones.

Aquí se aprecia el estado de la base de la planta y se ve todo lo que hay que eliminar de cara a la salud de ella, es casi hasta el cuello. También se aprecia que solo tiene raíces de un solo lado, debido a que todo el resto estaba muerto.

Una vez eliminada toda la madera necesaria, lo enmaceté, usando un tiesto de barro, con base de sustrato bien drenante, grano grande, rellenando el resto con mezcla de sustrato mediano y fino, luego, lo ate fuertemente para asegurarme de que no haya movimientos que puedan dañar las raíces. El detalle de las ataduras se aprecia en la siguiente foto, junto con una aproximación de la corteza, que tiene una textura increíble, que nos habla de la edad de la planta, que calculo en alrededor de 25 años.

Resultado final de todos los trabajos, con la planta en su nueva "casa", ya regada bien en profundidad y con una aplicación de tiamina para que le ayude a superar el shock. La posición de plantado no es la que tendrá en el futuro ( ya ví un par de diseños posibles) pero es la mejor en esta etapa para la salud de la planta. Como les dije antes, no se aprecia en la foto la curvatura del tronco, interesante, ni las posibilidades que nos da la única rama viva, con la cual creo que voy a lograr un interesante diseño, pero, Dios mediante, algún día la podrán ver en persona, ya transformada en un bonsái. El tocón que se ve es la única rama que se podía dejar y con él pienso hacer un jin, algo de trabajo de madera, o eliminarlo, eso se vera cuando encare el diseño.
Una aclaración. Cuando recolectamos o trasplantamos una planta se debe sacar de la parte aérea un equivalente a lo que se podo de raíces. En este caso no ha sido necesario pues no perdí ninguna raíz ya que se pudieron dejar intactas, por lo que no hice poda aérea (al menos todavía) pues la planta estaba viviendo perfectamente con esas raíces abasteciendo a esa parte aérea.
Creo que ustedes, apasionados del arte del bonsái, se pueden perfectamente imaginar la enorme satisfacción que representa hacer lo que yo hice hoy, el enorme disfrute que es. Por dos razones en este caso. Primero, porque salve una planta de una muerte segura, dándole la posibilidad de vivir como bonsái, lo que yo considero un estado superior. Segundo porque me hice de un material excelente, con carácter, sufrido y viejo. Hay un montón de cosas que se pueden comprar con Mastercard. Esto no tiene precio.
Ojalá hayan disfrutado de esto y los anime a perder la vergüenza y andar por ahí pidiendo plantas para recolectarlas. Les aseguro que el material que pueden conseguir es magnífico y, lo mas importante, esta ahí, esperando por ustedes.
Los veo.
Paco.

domingo, 22 de julio de 2007

WABI y SABI

Todos aquellos que hacemos Bonsái hemos oído en algún punto del camino las palabras Wabi y Sabi. También hemos oído, con seguridad, algunas explicaciones acerca de lo que significan, pero creo que no se tiene en general, una idea acabada de lo que encierran sus significados.
En primer lugar, creo que hay que aclarar que son dos palabras que nombran dos conceptos, por lo cual su traducción literal es bastante difícil pues, como sucede con los nombres japoneses, por lo general encierran múltiples conceptos e ideas, no por ambiguos, sino por la posibilidad de la interpretación diferente.
De todos modos, de lo que se trata es de aprender los conceptos para así poder llegar a reflejarlos en nuestro arte, comprendiendo a la vez que son parte de la filosofía oriental para la vida, no solo el Bonsái.
Vamos a probar: dice el libro que la traducción literal de wabi es pobreza. Claro que esto expresado así no dice casi nada. Esa pobreza se refiere a la liberación de la persona del mundo material, se refiere a la ausencia de necesidad de cosas materiales, no a la carencia. Se refiere a sencillez, con paz y armonía, a la falta de pomposidad, a la simpleza, desprovista de adornos innecesarios. Quizás la palabra que podría acercarse es austeridad.
Sabi por su parte denota soledad, desolación, sentido de transitoriedad, impermanencia, mutabilidad, además de falta de sofisticación afectada acompañada de cierta imperfección y antigüedad.
Quizás la conjunción de las dos, nos hable de simplicidad en los elementos, sencillez de expresión, humildad en la manifestación, naturalidad en la representación, alegría en el hacer, melancolía en el conocimiento de la transitoriedad; impermanencia, en fin, de las obras humanas.
Tal vez nos hablen de la enorme belleza, certeza, grandeza y majestuosidad de las cosas en constante mutación, de la inconclusion, y por sobre todo, de la imperfección.

En adición a Wabi y Sabi hay características del arte Zen que deben ser observadas y deben estar presentes en toda obra de arte Zen.

Asimetría: Para lograr el balance y el equilibrio no es necesaria la simetría total. La asimetría implica la imperfección presente en la naturaleza.
Simplicidad: En Bonsái decimos " menos es más". Solo los elementos necesarios resaltaran el diseño del árbol.
Sublimidad austera: Solo los elementos esenciales, la aproximación minimalista son necesarios para expresar las emociones del artista.
Naturalidad: Se debe desproveer a la obra de toda artificialidad. No debe denotar la mano del hombre.
Profundidad sutil: La obra debe transmitir sentimientos profundos sin imponerlos.
Libertad de ataduras: El artista debe trabajar sin poner freno a su inspiración.
Tranquilidad. La obra debe transmitir ese sentimiento de tranquilidad, de paz al observarla.
Inspiración personal: A partir de los preceptos de diseño y de los estilos del Bonsái, el artista debe plasmar en su obra el sello de su personalidad, de su identidad.
Creo también que lo que tenemos que comprender es la compleja sencillez de la filosofía oriental, en donde a partir de dos palabras (conceptos), se puede implicar un mundo de cosas a la vez sencillas.
Leí por ahí que los artistas japoneses del Bonsái trabajan de forma más intuitiva que los occidentales. Creo que lo que el colega llamo intuición es la total incorporación de todos estos conceptos. No solo en su arte, sino en su vida.
A lo mejor si llegamos a comprenderlos cabalmente logremos trabajar en forma "intuitiva". Ojalá.

N. del A. Los elementos del arte Zen son tomados de prestado. Los comentarios, mios. Ah, el resto, también.
Francisco Capellades

domingo, 24 de junio de 2007

LUZ, CAMARA......

No hay nada más impiadoso con un bonsái, que la imagen que recibimos del mismo a través del visor de una cámara fotográfica.
Durante tres años consecutivos fui testigo y "actora" en muchísimas sesiones fotográficas. Aunque las tomas no eran realizadas por mí, aprendí a "mirar" a través del visor de la cámara, a buscar el mejor fondo posible, pequeños trucos, para conseguir una mejor iluminación, destacar un detalle, etc.

LA CÁMARA
Para obtener una buena fotografía de un bonsái no es necesario contar con un equipo muy sofisticado, puede utilizar cualquiera de las cámaras de 35 mm que hay en el mercado. Lo ideal es una reflex con un lente de 50 mm, este tipo de cámaras tiene lentes intercambiables, lo que permite la utilización de un lente macro cuando se quiere captar pequeños detalles.


LA CÁMARA DIGITAL
El advenimiento de las cámaras digitales y la popularización de las mismas nos proporcionan una gama infinita de posibilidades para estudiar y mejorar la estética de nuestros bonsáis. Aunque las reflex también tienen una versión digital, la mayoría de las personas cuenta con cámaras de bolsillo cada vez más pequeñas y fáciles de utilizar. Además estas maravillas tecnológicas, en general cuentan con un macro incorporado.


LA PELÍCULA
Aunque en la actualidad la oferta de película es muy amplia en lo que respecta a la sensibilidad de la misma, lo ideal es comprar una de 100 ASA. También es importante definir si se quiere obtener copias en papel o diapositivas para proyectar.

CALIDAD DE LA IMAGEN DIGITAL
Las imágenes digitales están formadas por una serie de pequeños puntos que reciben la denominación de píxeles. El "tamaño de la imagen" se mide por la cantidad de píxeles, una mayor cantidad asegura una mejor calidad de fotografía, en la que será posible visualizar detalles diminutos. Esto no puede apreciarse en la pantalla de la cámara, sólo es posible percibirlo cuando la imagen se imprime o se visualiza en el monitor de la computadora.
En el momento de tomar las fotografías de nuestros bonsáis es importante utilizar la cámara con la resolución más alta pues en el caso de querer imprimirlas tendremos imágenes de buena calidad. Es cierto que en general las fotografías tomadas en alta resolución resultan muy "pesadas" para ser enviadas por internet, pero siempre podemos recurrir al photo shop para bajar momentáneamente el tamaño de las mismas.

LA ILUMINACIÓN
Para que el resultado de nuestra tarea sea exitoso lo mejor es tomar las fotografías con luz de día, pero es preciso tener en cuenta algunas consideraciones con respecto a la intensidad lumínica.
En un día radiante de sol la luz es muy intensa, provoca sombras muy marcadas que quitan dimensión y textura al bonsái.
Un día nublado claro es ideal para tomar fotografías, la luz que pasa a través de una nube es más pareja, "envuelve" los objetos e ilumina los detalles del tronco y o de las ramas.
La luz de media mañana o de media tarde crea un ambiente muy propicio para tomar fotografías de bonsáis. Otro momento muy adecuado es el que precede a la salida o a la puesta del sol, se consiguen efectos muy interesantes, sombras alargadas y colores cálidos.
Si por alguna razón tenemos que tomar las fotografías al mediodía de una jornada de sol brillante, podemos sostener por encima del bonsái (fuera del cuadro de la foto) una tela blanca traslúcida, con esta aparente capa de nubes se suaviza la luz y se disminuyen los contrastes.

EL COLOR SEGÚN LA FUENTE DE ILUMINACIÓN
A la hora de tomar las fotos de nuestros bonsáis es importante considerar la fuente de iluminación. Es importante recordar que el color es una sensación visual, empieza con la luz y deriva de ella, sea ésta natural o artificial
Luz natural
En un día soleado la luz diurna es blanca, en cambio en un día nublado toma una tonalidad azulada.
Luz artificial
La luz que proporcionan los tubos fluorescentes tiene un tinte azulado y la que proviene de las lámparas incandescentes rojizo.

EL FONDO
Para que el bonsái no pierda protagonismo, en la medida de lo posible el fondo debe ser neutro. Una pared, una tela o un papel mate pueden constituirse en un fondo en el que se destaque el sujeto de nuestros desvelos. A la hora de elegir evitemos el blanco puro pues si la cámara es una autofocus, tomará el foco en el fondo y el bonsai se verá como una mancha oscura y sin definición. En cambio si disponemos de una cámara que nos dé la opción de regularla manualmente la elección no tiene más requisito que nuestro gusto personal.

ANTES DE APRETAR EL DISPARADOR
El bonsai debe llenar casi todo el cuadro.
El rectángulo que indica el foco (en las cámaras autofocus) debe estar siempre en el bonsai, el tronco o la copa constituyen un buen lugar para enfocar.
Si se dispone de una cámara reflex, el foco debe fijarse en el tronco o en la copa.



Marita Gurruchaga